domingo, 26 de febrero de 2017

La Tecnología Educativa como un Factor de Desarrollo de los Países



En medio de la actual coyuntura política que vive Colombia frente a una eventual consolidación del proceso de paz con uno de los grupos armados ilegales más antiguos del continente,  resulta apremiante la necesidad de reconocer que la situación económica, social y cultural del país está determinada por factores históricos que de uno u otra forma han afectado profundamente a la nación. En particular se hace inevitable pensar que el ambiente de constante violencia en el que miles de colombianos han tenido que afrontar toda su vida puede llegar a ser un factor determinante en la afectación del crecimiento y desarrollo del país. Y es que como lo afirma William Ospina en su libro ¿Dónde está la franja amarilla? Colombia es una porción de la tierra que nunca, inclusos desde tiempos de la conquista y la colonia, ha vivido un solo día en total y completa paz.

Hacer un recuento histórico de la agobiante e interminable lista de enfrentamientos humanos que han tenido lugar en Colombia es innecesario para reconocer que tras décadas de luchas independentistas, disputas territoriales, guerras civiles, enfrentamientos entre liberales y conservadores, y más de setenta años de lucha interna contra las guerrillas socialistas y los grupos paramilitares el país no ha contado con el tiempo y los recursos suficientes para dirigir sus energías hacia otra cosa que no sea la sangre de sus propios compatriotas. Entonces, es este angustioso panorama el que nos obliga a reflexionar sobre las prioridades gubernamentales y las políticas que han manejado los hilos del poder en nuestra nación, haciendo aflorar preguntas como ¿De qué forma se invierte en el desarrollo social, económico y cultural de país, si la mayoría de los recursos de la nación están dirigidos a la guerra? ¿Cómo se combate contra la desigualdad social producida por el conflicto armado? Y ¿Cuál es la manera de brindarles oportunidades a los colombianos para dejar en el pasado su historia conflictiva?

Ahora bien, a partir de las anteriores preguntas es factible señalar que en Colombia, desde su conformación como república, se ha luchado por el establecimiento de diferentes políticas estatales dirigidas hacia la transformación social y productiva del país, reconociendo que es necesario conducir al pueblo hacia un futuro más acogedor, próspero y sostenible. En teoría, estas políticas de mejoramiento estatal se han renovado con el inicio de cada periodo de gobierno ajustándose a las necesidades y retos que propone el contexto regional y mundial. De esta forma la nación se ha orientado a trabajar en pro de la construcción de una sociedad donde reinen los valores como la equidad, la integridad y la legitimidad intentando abandonar el conflicto armado.

Pero es la latente incapacidad de solucionar la situación guerrerista del país que ha obligado históricamente a los gobernantes a destinar recursos limitados del presupuesto nacional para la modernización de nuestra sociedad, y es por ello que Colombia a pesar de sus cualidades geográficas, su amplia biodiversidad y la pujanza de sus habitantes no ha logrado posicionarse a nivel internacional como un país competitivo en materia de desarrollo industrial, económico, tecnológico y en el campo de la innovación.

De manera particular debemos reconocer que Colombia a pesar de los múltiples esfuerzos ejecutados por diferentes gobiernos no ha logrado integrar la lista de países que hacen parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE, ya que a este selecto grupo de naciones solo pueden unirse aquellas que logren superar determinadas brechas económicas que parten de los índices de pobreza, inversión social y gestión empresarial basada en el progreso tecnológico e industrial. 

A pesar de ello, en la actualidad podemos decir que nuestra nación se muestra en el panorama mundial como una de las economías con más proyección para integrar a futuro el grupo de la OCDE ya que se ha logrado posicionar, a pesar de las grandes dificultades ocasionadas por la guerra y la desigualdad social, en la segunda fila de las naciones CIVETS que corresponde a las Economías Emergentes junto a países como Turquía, Sudáfrica, Indonesia, Vietnam y Egipto (Viera 2011). Y esto solo fue posible gracias a los alcances del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación creado mediante las reformas constitucionales establecidas en la Constitución de 1991, junto a las modificaciones del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación, también conocido como Colciencias que se llevaron a cabo el año 2009 por medio de la ley 1286, emitida por el congreso de la república, ampliando la Ley 29 de 1990.

Desde entonces podemos decir que Colombia, en el transcurso de estos veinticinco años, ha comenzado a encaminarse hacia la superación de su condición de país subdesarrollado, tomando como punto de partida las orientaciones propuestas por la misma organización de la que quiere hacer parte. De manera que la OCDE periódicamente presenta al país un informe donde se realiza un análisis de  la política de innovación colombiana, y cabe señalar que para los últimos periodos de gobierno, como se señala en el actual Plan Nacional de Desarrollo, ésta entidad evidenció que la nación debe esforzarse por dejar de depender de las materias primas para enfocarse en el progreso sostenible basado en la innovación científica y tecnológica que permita la activación de economías productivas que generen empleos e ingresos superiores para el país.

Entonces se hace preciso reconocer que el factor determinante en el proceso de modificación y mejoramiento estructural de nuestra nación está en el desarrollo de nuevas actitudes y habilidades que posibiliten el crecimiento intelectual de los colombianos, encaminándolos a convertirse en una sociedad más tecnificada e innovadora a nivel científico e industrial. Pero esto solo puede ser posible en la medida que los esfuerzos gubernamentales se dirijan a educar y dotar a los ciudadanos de los conocimientos, destrezas y recursos suficientes para engendrar una nueva generación de intelectuales que estén dispuestos a aportar al crecimiento del país.

Es comprensible y evidente entender que en una sociedad que pretenda crecer intelectualmente deben generarse procesos de enseñanza- aprendizaje que dominen el acceso a la información, y por ende es esperable reconocer que la informática representa en la actualidad la matriz que fundamenta las posibilidades del desarrollo del conocimiento. Entonces, se hace necesario evidenciar cómo la informática tiene cabida en el mundo de la educación.

Hoy en día las instituciones educativas deberían fundamentar su qué hacer pedagógico en la concepción de que el crecimiento intelectual solo es el producto de múltiple procesos creativos, donde el conocimiento es un objeto en construcción por parte del individuo, y mediatizado por diferentes factores positivos como los docentes, orientadores, tutores y actualmente, en particular, por las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC). De forma que la actividad pedagógica dejó de ser comprendida como un medio de transfusión de conocimientos, sino que se presenta como la herramienta idónea para que las personas adquieran un alto desarrollo mediante el análisis, la evaluación, la experimentación y la investigación.

Esta nueva forma de comprender los sistemas de enseñanza-aprendizaje promueve la implementación de herramientas que permitan a los estudiantes obtener la información que necesiten para crear sus propias conclusiones enriqueciendo sus imaginarios frente a la percepción del mundo y la realidad. Es entonces donde se hace preciso demostrar que la informática y sus diversas manifestaciones deben ser imprescindibles como ejes trasversales en las instituciones educativas, uniendo las diferentes prácticas pedagógicas con las herramientas facilitadoras que posibilitan la construcción del conocimiento.

En el siglo XXI los estudiantes que no posean las habilidades básicas para acceder a la información por medio de las herramientas multimedia que ofrece la informática, carece de incontables posibilidades de crecimiento intelectual frente a cualquier individuo que sea capaz de consultar por medio de la internet los documentos y materiales que le permitan construir conocimiento. Actualmente internet es conocida como la mayor fuente de información existente en el mundo entero, y por lo tanto, representa el paradigma de lo necesario para el crecimiento de una sociedad culta, industrializada y que aporte a la humanidad.

Entonces, pedagógicamente hablando, hoy el acceso a la informática no es un privilegio, es una necesidad que debe ser suplida en cualquier ambiente de formación intelectual. De manera que las instituciones educativas deben fundamentar sus prácticas pedagógicas en la concatenación de recursos tanto tradicionales, multimedia e informáticos para garantizar una multiplicidad de posibilidades que produzcan en los estudiantes habilidades para la construcción del conocimiento.

Pensar que la relación de las escuelas con la informática está ligada simplemente a una cátedra de adiestramiento en el manejo de los computadores o las herramientas multimedia, es una idea totalmente limitada y fuera de contexto. Ya que se hace necesaria la presencia de la informática en todos los procesos de indagación, verificación, evaluación e investigación que se pretendan desarrollar en cualquier área del conocimiento y cualquier disciplina formativa. Los estudiantes deben estar más en contacto con los instrumentos que se han diseñado para la transmisión de la información, por lo tanto la internet y todas las herramienta multimedia que ofrece la informática deben estar presentes en el aula de clase.

En cuanto al actual Plan Nacional de Desarrollo proyectado  por la presidencia de la república de Colombia para el periodo correspondiente a los años 2014 al 2018, cabe señalar que aunque se destinó el mismo porcentaje de inversión sobre PIB para el desarrollo de ciencia, tecnología e innovación en todo el territorio nacional, estos dineros se reorganizaron con diferentes objetivos. En primer lugar, podemos hablar de los esfuerzos por ampliar la cobertura en materia de internet o conectividad a la red en el país, teniendo como objetivo dinamizar procesos de investigación y difusión de la información el gobierno se propuso mejorar la calidad del internet invirtiendo en  equipos de telecomunicaciones y el mejoramiento de los cables submarinos que abastecen al país con el servicio, al igual que generando proyectos de alto impacto como el plan “Vive digital” que consiste en espacios equipados con los herramientas necesarias para que los ciudadanos en diferentes lugares del país, tanto en zonas urbanas como rurales, logren desarrollar procesos informáticos de calidad.

Ahora bien, en cuanto a los alcances de estos proyectos gubernamentales ligados al mejoramiento de la conectividad en aspectos como la calidad de la banda ancha e incluso con la dotación de herramientas tecnológicas a la población, es necesario señalar como bien se reconoce en el mismo Plan Nacional de Desarrollo que los resultados obtenidos no son precisamente los esperados, ya que la utilización de estos recursos en su gran mayoría no está siendo dirigida hacia actividades de innovación en el campo empresarial, y se están destinando más para la recreación.

Finalmente, sobre el actual Plan Nacional de Desarrollo podemos concluir que en su gran mayoría apunta a la inversión para el desarrollo de recursos investigativos basados en el acceso a la información, partiendo de la premisa que indica que sin fuentes para la obtención del conocimiento no es posible generar nuevos saberes y por ende no se pueden gestionar avances en los campos de la ciencia, la tecnología y la innovación. De esta forma el actual gobierno enfoca sus esfuerzos al fortalecimiento de las herramientas informáticas pero reconoce que sin una orientación sistemática estos recursos pueden llegar a ser subutilizados.


Entonces, producto de la anterior reflexión podemos atrevernos a reconocer que aunque los último gobiernos han intentado invertir y fortalecer el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación en el país desde diferentes proyectos y estrategias, no han contado con los recursos suficientes para garantizar la aplicación idónea de los mismo, ya que el presupuesto puede llegar a ser un factor limitante que detenga la obtención de los objetivos trazados. Es factible pensar que si Colombia no tuviera que invertir la cantidad de dinero que destina de su presupuesto en acciones velicas, tal vez podría direccionar un porcentaje verdaderamente significativo enfocado al crecimiento económico de la nación, no desde la explotación de materias primas sino en el campo del desarrollo industrial, científico y tecnológico.


Referencias Bibliográficas

Ospina, William. 1999. ¿Dónde está la franja amarilla? Editorial Norma S.A. Bogotá, Colombia.

Viera, Edgar. 2011. Las naciones o mercados emergentes del CIVET. Colegio de estudios superiores de administración. Bogotá. Colombia. Recuperado de:

Maldonado, Carlos Eduardo. 2015. Colombia en la OCDE. Ciencia y Tecnología _ Noticiero de ciencia y tecnología, una aproximación a las ciencias de la complejidad. Recuperado de:

Grajales, Diana Milena. 2015. El Reto De Hacer Ciencia En Colombia. Blog audiovisual: Infrarrojo Periodismo. Recuperado de:

Colciencias. Convocatoria es tiempo de volver. Recuperado de:

Ley Ciencia y Tecnología para el desarrollo. Universidad Nacional de Colombia. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=O0nAF-uP-0E

Ley 1286 del 2009. República de Colombia. Congreso de la República. Recuperado de:
http://repositorio.colciencias.gov.co/handle/11146/251

Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010_ Estado comunitario: Desarrollo para todos. 2007. Presidencia de la República. Departamento de Planeación Nacional. Bogotá, Colombia. Recuperado de:

Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014_ Prosperidad para todos. 2009. Presidencia de la República. Departamento de Planeación Nacional. Bogotá, Colombia. Recuperado de:

Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018_ Todos por un nuevo país. 2015. Presidencia de la República. Departamento de Planeación Nacional. Bogotá, Colombia. Recuperado de:

No hay comentarios:

Publicar un comentario